Esta semana empezamos en el futuro y nos quedamos con ganas de más, como siempre. Si todavía no has visto el capítulo, vuelve a esta entrada cuando lo hagas porque el equipo de la Keating no da descanso y en cuarenta minutos pasan muchas cosas.
Seis semanas más tarde de donde se centran las tramas principales del episodio, Oliver (Conrad Ricamora) borra los datos del móvil de Annalise (Viola Davis) justo a tiempo y nos vamos rápidamente al momento actual, donde Nate (Billy Brown) le está preparando un batido a nuestra protagonista, todo muy idílico, hasta que él le dice que ha puesto un anuncio de desaparición de Frank (Charlie Weber) para ver si consigue alguna pista.
El caso de esta semana es defender a Toby Solomon (Austin Basis), que se ve en problemas con la justicia porque una chica de compañía muere en la cita que tenía con él. No es el personaje más agradable ni más simpático de la serie, todo hay que decirlo, por no decir de los menos empáticos, de hecho, a ninguno de nuestros personajes les hace mucha gracia el caso.
Por otra parte, pasan un montón de cosas en el grupo: Wes (Alfred Enoch) intenta hackear la web del padre de Laurel (Karla Souza), Bonnie (Liza Weil) intenta llegar a un acuerdo con el caso de la semana, Michaela (Aja Naomi King) descubre que su ex se va a casar y descubrimos que Laurel, que está reunida con su padre, fue secuestrada cuando tenía 16 años (!!!).
Wes sabe que la excusa que Laurel ha puesto para irse es falsa y que en realidad está con su padre, pero su amiga no suelta prenda sobre su paradero. La verdad es que Laurel intenta descubrir algo de Frank a través de su progenitor y éste intenta que su hija trabaje para él. Tras una peculiar llamada de Frank, Laurel cede a la presión de su padre y él le da el paradero de su exnovio. ¿Reconciliación paterno-filial a la vista?
El caso de la semana se complica cuando Oliver anuncia que su cliente ha intentado sobornar a alguien y éste confiesa que necesitaba extorsionar (o intentarlo) a su antiguo abogado porque resulta que este otro letrado sabe que Toby ha matado a otra persona.
Para más inri, Asher (Matt McGorry), Connor (Jack Falahee), Oliver y Michaela se van a Atlantic City a estrechar lazos y acaban jugándose el dinero de soborno de Toby en el casino, cómo no, y aunque parecía que la suerte los iba a acompañar esta vez, acaban perdiéndolo todo y Michaela tendrá que empeñar un anillo para recuperar el dinero. Por si el enredo profesional no fuese suficiente, el hecho de que Oliver flirtee con un chico que después intenta ligarse a Connor pone las cosas un pelín tensas, y el encuentro entre Bonnie y Michaela tampoco es lo menos incómodo de la historia, la verdad.
Finalmente, Toby acaba cediendo a una pena de tres años como un acuerdo conseguido por Annalise tras mucho esfuerzo (y una bofetada), Laurel miente a Annalise sobre la información que maneja y descubrimos en el flashforward que alguien en la casa incendiada tiene pulso…
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