Esta temporada empezó de una manera muy acertada, planteándonos un presente muy parecido a la realidad del que todos queríamos saber más. Aunque este capítulo nos ha obsequiado con un poco de los viejos tiempos, no nos parece suficiente. ¿Y a vosotros? ¡Vamos a comentarlo!
Para empezar, Saul (Mandy Patinkin) ha emprendido una nueva misión. Es el encargado de conseguir información sobre el supuesto trato nuclear que van a realizar Irán y Corea del Norte, como siempre asemejándose ciertamente a la realidad con respecto a la situación nuclear de este último país. En un primer momento parece que esta misión no ha obtenido el resultado esperado, y es que una vez más Dar Adal (F. Murray Abraham) es el encargado de mostrar la cara más amarga de los servicios de inteligencia estadounidenses en su búsqueda de confirmación de su teoría, sin plantearse que esta pueda no ser cierta. ¿Qué contendrá el paquete de cigarros que encuentra Saul? ¿Será una pista intencionada? Parece que las cosas van a empezar a ponerse interesantes cuando tras recibir un mensaje sale de la casa de su hermana, a la que ha pasado a visitar y así despertar fantasmas del pasado, y se monta en la parte trasera de un taxi en el cuál se debe esconder en los asientos traseros. ¿Dónde lo llevará? ¿A quién irá a ver?
Mientras Saul se encuentra en Irán, Dar comienza a trabajar por su cuenta y durante una reunión con la presidenta de los Estados Unidos (Elizabeth Marvel) confirma que las pruebas que ha encontrado Saul sobre el trato nuclear son «conclusivas», intentando engañar así a su propia presidenta. Sin duda tampoco confía en ella cuando asegura que quiere seguir manteniéndolo a su lado para que le aconseje, puesto que no le tiembla el pulso a la hora de escuchar la conversación que mantiene la susodicha con Carrie (Claire Danes).
Carrie, por su parte, también se ha dedicado a sus propios asuntos. ¿Creéis que ambas tramas se conectarán en algún punto? Y es que saltarse una orden judicial para hablar con Saad (Leo Manzari) ha tenido sus consecuencias, y la fiscalía ha retirado el trato que le ofrecía a Sekou (J. Mallory McCree) de cumplir condena durante 7 años para llevarle a juicio pidiendo una condena de 15. Nuestra protagonista se siente culpable por esta situación y no duda en recurrir a antiguos contactos para conseguir una grabación en la que se escuche el plan para incriminar a Sekou. Y funciona. ¿Desde cuándo los Estados Unidos utiliza pruebas falsas para inculpar a gente inocente? Todo esto nos lleva a preguntarnos, ¿cada cuánto tiempo sucederá esto en la vida real sin que seamos conscientes de ello?
Y sólo nos queda hablar de Quinn (Rupert Friend), quien no pasa un buen momento tras ver por primera vez el vídeo de su casi-muerte. Pero parece que esto le ha hecho reaccionar y comenzamos a ver al Peter Quinn de siempre cuando busca a Tommy para conseguir un arma y hacerle pagar por lo que le hizo al inicio de la temporada. Parece que la mezcla que podemos ver del antiguo y el nuevo Quinn presiente que algo va mal, y no sabemos si serán sus capacidades como espía o un poco más de paranoia de la necesaria. Pero nos encanta que vuelva a parecer el de temporadas anteriores.
Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el capítulo? ¿Qué pensáis que ha encontrado Saul en el paquete de tabaco? ¿Creéis que Sekou es realmente inocente? ¿No estáis deseando que pasen a la acción? Según el tráiler del siguiente episodios parece que no falta demasiado para ese momento. ¡Animaos a comentar vuestras opiniones con nosotros!