Una de las series que mejor recrea el mundo actual en prácticamente todos los sentidos, ‘Homeland’, ha vuelto a nuestras vidas con dos temas principales que sin duda darán mucho que hablar: la nueva presidencia de los Estados Unidos y el terrorismo.
Tras una quinta temporada en la que la acción estuvo centrada en Alemania, en esta ocasión ‘Homeland’ vuelve a su tierra natal, al igual que Carrie (Claire Danes), alejada de todo lo que tenga que ver con la CIA y el espionaje pero presionada por prácticamente todos para que cambie su forma de ganarse la vida. Este trabajo se basa, según hemos podido ver en este primer episodio, en ayudar a todos aquellos ciudadanos estadounidenses acusados de terrorismo sin ningún tipo de fundamento, por miedo debido a sus orígenes o simplemente por costumbre. Es aquí donde se nos presenta el personaje de Sekou (J. Mallory McCree), un joven al que todavía no sabemos muy bien dónde colocar. Lo poco que hemos visto de él parece tener las ideas bastante claras sobre los ataques de su propio país en territorio árabe, pero sin entrar en radicalismos ni provocaciones, siendo incluso suficientemente cauto como para no querer saber nada de personas ajenas a él. Por otro lado el propio FBI dice más bien lo contrario y que han encontrado pruebas suficientes como para incriminar a Sekou por incitación al terrorismo. Y cómo no, en medio, está Carrie. No sabemos hasta que punto esta trama se desarrollará en la serie, pero tanto por su parecido con la actualidad como por la implicación de Carrie en el caso seguro que no nos dejará indiferentes.
El trabajo y la presión de Otto (Sebastian Koch) porque Carrie se deje llevar por el amor no son los únicos problemas con los que la rubia debe tratar, y sí, es hora de coger los pañuelos y llorar viendo cómo está Quinn (Rupert Friend). El bueno de Peter consiguió sobrevivir pero su estado dista mucho de lo que llamamos estar bien. Con problemas físicos y mentales que él mismo se niega a intentar arreglar, con la cabeza prácticamente perdida y acudiendo a las drogas para huir de sus problemas, nos parte el corazón ver a Quinn de esta forma. ¿Será capaz de levantar cabeza una vez se asiente en el hogar que Carrie le ha brindado y recuperarse totalmente o la autodestrucción seguirá siendo su camino? Ojalá lo primero, porque necesitamos a nuestro Quinn de vuelta.
Pero una vez repasamos la caótica vida que rodea a Carrie, para variar, hay que ir a lo que parece será sobre lo que girará la serie: la guerra entre la inteligencia estadounidense y la nueva presidenta electa, Elizabeth Keane (Elizabeth Marvel). Le permitimos a ‘Homeland’ que haya sido tan diferente de la actualidad porque no han acertado con que las elecciones las ganaría una mujer, por una vez que no acierten no pasa nada, probablemente el shock haya sido tan grande para ellos como para el resto del mundo. Pero volviendo al tema que nos ocupa, Saul (Mandy Patinkin) parece estar a punto de verse envuelto en esta guerra interna del país que comentamos, donde la presidenta pretende acabar con cientos de programas exteriores y parece no darle tanta importancia al terrorismo en su propio país como sus antecesores. Por el momento su mayor enemigo parece claro, Dar Adal (F. Murray Abraham), ese personaje del que ya no sabes cuando fiarte y cuando no y que excluye al propio Saul de una reunión entre los más poderosos del país, a la que seguramente no haya asistido la presidenta, claro. ¿Salpicará esto de alguna manera a Carrie en el futuro más cercano? ¿Volverá a formar equipo con Saul para solucionarlo todo?
Y así, con la ficción tan cercana a la realidad que atesora siempre, ‘Homeland’ presenta una sexta temporada que presumimos va a estar cargada de acción, problemas y mucho sufrimiento. ¿Qué os ha parecido el regreso? ¿Os ha gustado este primer capítulo?