Esta semana en ‘Homeland’ la mentira es la gran protagonista, usada por unos y por otros buscando el beneficio propio o el fallo ajeno y provocando situaciones tensas a las que ya nos tiene tan acostumbrados esta serie. La cual, dicho sea de paso, no baja el listón por muchos años que pasen.
Tres capítulos quedan para que finalice la temporada y la situación no podía ser más peligrosa para todos y cada uno de los protagonistas de ‘Homeland’. En esta ocasión la trama principal ha sido la esperada después de los descubrimientos de Carrie (Claire Danes) en los últimos capítulos: obligar a Allison (Miranda Otto) a que se descubra como agente infiltrada del SVR ruso.
Aún teniendo a Saul (Mandy Patinkin) más exceptico de la cuenta dada su relación de Allison, los intentos de Carrie contando con la ayuda de Astrid (Nina Hoss) finalmente dan sus frutos, o algo parecido pero que no deja a Allison totalmente al descubierto ni mucho menos. A pesar de lo cuidada y pensada que tenía su huida a la casa segura de Ivan (Mark Ivanir), tanto él como Allison son capaces de idear un plan para que ninguno de los dos cargue con el muerto. Con darle la vuelta a la tortilla y decir que Ivan ese el informante de Allison consiguen que Dar Adal (F. Murray Abraham) dude de las acusaciones de Carrie y Saul.
No se puede negar que la operación de Carrie y Saul ha sido buena, pero estamos hablando de una persona que lleva una década infiltrada en la CIA y de la que nunca se ha puesto en duda su lealtad. Por mucho que haya entrado en pánico y haya dirigido sin saberlo al enemigo a la puerta de su aliado, sus mentiras pueden hacer tambalearse la confianza de cualquiera que se ponga en su camino.
En mitad de todo el problema de la traición de Allison se ha dado algo que estábamos deseando ver desde hace mucho tiempo en ‘Homeland’, la reconciliación de Saul y Carrie. Precisamente el hecho de que Saul sea quien rodea de micrófonos y cámaras a Allison es una muestra más de la confianza ciega que tiene en Carrie y en sus conclusiones. ¿Conseguirán coger a Allison con la guardia baja o la traidora será capaz de engañarlos también a ellos otra vez?
En el otro extremo de la serie y totalmente olvidado por el resto de personajes tenemos a Quinn (Rupert Friend), quien había empezado la temporada cual asesino a sueldo regalándonos los mejores momentos de los primeros capítulos de la temporada, quien casi da su vida por ayudar a Carrie una vez más, y quien ahora se encuentra inmerso en una historia que por el momento no tiene sentido alguno dentro de la temporada. Sabemos que ‘Homeland’ siempre quiere estar en paralelo a la realidad en la mayor medida de lo posible, pero da la impresión de que toda esta historia de Quinn secuestrado por yihadistas que quieren hacer experimentos con él está metida ahí con calzador. Llevado a esa situación por las mentiras de sus captores, lo único bueno que parece tener alrededor es que ha dado con uno que no quiere matarlo, Qasim (Alireza Bayram), el cual no parece tener claro ni lo que cree ni lo que quiere, y menos mal. La inyección que le da justo antes de que lo expongan al gas sarín puede salvarle la vida a Peter, y esperemos que lo haga, porque Quinn no puede despedirse de esta manera, no ahora. ¿Conseguirá salir de ahí con vida? ¿Se acordará alguien de él o ya se han olvidado de Peter Quinn?
Con tan solo tres capítulos para acabar la temporada solo tenemos clara una cosa: la tensión y la acción están aseguradas, y más aún si podemos ver la promo de lo que se nos viene encima la semana que viene.