Tras tres temporadas y veintiocho episodios, ‘The Leftovers’ ha concluido sus andanzas por la parrilla de HBO. Un corto recorrido para una serie que, en cambio, nos ha aportado una gran cantidad de emociones. Ya sabíamos que los grandes misterios de la serie no se iban a resolver y ni pensábamos que nos importaría ni finalmente nos ha importado. Porque veníamos a despedirnos de sus personajes y vaya si lo hemos hecho, con lágrimas en los ojos incluso.
Damon Lindelof, quién te ha visto y quién te ve. La última vez que el guionista se enfrentó a un final de serie con ‘Lost’, se convirtió en el enemigo público televisivo durante años. Aquí había ganas de azotarle de nuevo, siendo la secuela de ‘International Assassin’ en el pasado episodio un momento en el que todos sus críticos afilaron los cuchillos para hacer sus propios idus de marzo, pero no solo se ha librado de la quema sino que ha aunado en su figura todas las bondades de ‘The Leftovers’. El amor por sus personajes.
Nunca llegamos a saber qué provocó el Arrebatamiento o el Rapto, ni si fue un evento de carácter religioso o científico ya que nunca se nos ha impuesto esa dualidad artificial, aunque esto no ha afectado ni un mínimo al alto nivel mostrado en esta hora y diez minutos de final. Si que por parte de Nora (Carrie Coon), protagonista absoluta de este último episodio, conocemos alguna de las consecuencias de este evento. Tal y como se nos da a entender, el 2% de la población desaparecida está en una situación semejante a la que si conocemos pero aún más extrema, ya que para ellos los que han desaparecido es el resto. Nada más se nos cuenta al respecto y nada más en verdad nos interesa saber.
El experimento científico en el que Nora participa para cruzar al otro lado no es un timo, es tan legítimo como eficaz. Y sin embargo no nos hace falta ver todo su periplo por esa tierra despoblada paralela sino que en una de las escenas que ya pertenecen a la historia de la televisión, vivimos todo ese viaje a través de esa conversación crepuscular entre ella y Kevin (Justin Theroux). Si una de las reglas del mundo de la televisión es ‘show, don’t tell’ aquí estamos perfectamente contentos de habernos encontrado con la excepción a la misma. La serie puede haber sido de lo más lisérgica u onírica en su pasado, pero es en su final cuando planta los pies en la tierra para que el círculo se cierre a la perfección.
Kevin tuvo que volver a morir otra vez para darse cuenta de que la fastidió con Nora, que la dejó escapar en esa habitación de hotel y que probablemente no la volviese a ver. Pero como estamos ante un asunto de fe, nunca dejó de creer. Nunca llegó a aceptar que Nora ya no estuviese aquí. Y al final de sus vidas se volvieron a encontrar, para nuestra satisfacción. La mezcla de amor, vergüenza, alivio, satisfacción, pena, alegría y más sentimientos que encontramos en esa última y prolongada escena es indescriptible. Un ejercicio de guión y de interpretación en el que la suma de todos sus elementos por separado no llegaría a darnos ese extra que obtenemos al verlo todo en pantalla funcionando al unísono. Auténtica sinergia televisiva.
No es el único momento grande del episodio, ya que la conversación inicial entre Nora y Matt (Christopher Eccleston) también nos da otro de esos momentos entre hermanos que rompen un poco nuestros corazones, pero sin duda es el que mayor espacio ocupará en nuestra memoria. Solo hemos necesitado un último cruce de manos, un reencuentro final para que a nosotros mismos nos dijesen que todo estaba bien, que al final habíamos encontrado sentido a este ‘via crucis’ particular de unos personajes más humanos que nosotros mismos.
Si alguien se preguntaba qué podía significar que una serie fuese «de personajes», aquí está la respuesta. Cuando todo lo que necesitas es una conversación para pensar que estás ante un final perfecto, es que la serie ha logrado hacer que te importen más que nada, más que cualquier otro ruido de fondo. No podríamos estar más agradecidos por haber sido parte de ello, gracias por todo, ‘The Leftovers’ siempre será parte de nosotros.
1 commentThat’s how I found you. I refused to believe you were gone.