Antes de lo que nos hubiera gustado llegamos al final de la temporada de esta interesante propuesta del universo de ‘Doctor Who‘. Una historia tan absolutamente irreal que es la mejor manera de relatar los sentimientos que se tienen en la adolescencia a través de unos monstruos que representan los miedos y frustraciones de cualquier persona de a pie.
Si los primeros cinco capítulos de la temporada demostraron que ‘Class‘ era una serie a la que había que estar atentos este desenlace nos confirma que es un producto mucho más especial de lo que se podía asumir por su sinopsis y primeras imágenes. Obviamente es una serie que trabaja con lo que puede pero es el claro ejemplo de que si se tiene una buena idea y buenos actores se puede llegar muy lejos a pesar de no tener el mejor presupuesto ni la mejor publicidad ni siquiera la mejor plataforma de emisión.
“Detained” y “The Metaphysical Engine, or What Quill Did” han sido dos episodios independientes pero unidos de una forma brillante. El primero daba una vuelta de tuerca a esos capítulos tradicionales de series de adolescentes en los que sus protagonistas están castigados, condenados a pasar un preciado tiempo juntos y en el que acaban confesando sus secretos. En esta ocasión los chicos son realmente confinados en algún lugar fuera del espacio y del tiempo mientras los acecha un prisionero que les obliga a decir la verdad a cambio de información. Y lo mejor es que esta extrañísima trama no sorprendió a nadie cuando se emitió el capítulo porque después de todo lo que hemos visto esto es realmente de lo más normal que nos ha dado ‘Class‘ y, obviamente, no era sino un mero pero inteligente medio para hacer avanzar las tramas y las relaciones personales.
En estos 42 minutos pudimos ver reflejados a nuestros yos adolescentes (y no tan adolescentes) a través de esos miedos de Tanya (Vivan Oparah) de no ser tomada en cuenta, de sentirse un agregado y de no pertenecer a ningún lugar. No todos nos tenemos que enfrentar a meteoros-polígrafos pero sin duda es una manera de representar todas esas cosas que nos pasan por la mente constantemente, esa necesidad de entender el mundo adulto una vez entramos en la pubertad.Por otro lado, mientras los chicos se enfrentaban a sus verdades, Quill (Katherine Kelly) vivía su propia aventura deshaciéndose del Arn de manera muy poco agradable, conociendo a un chico estupendo, quedándose embarazada de él, matándolo y regresando a tiempo, aunque unos cuantos meses mayor, para rescatar a un príncipe para el que no tiene ninguna obligación. Si no os levantasteis del asiento y aplaudisteis tras este capítulo no sé si vimos lo mismo porque ver cómo se cerraba ese círculo, tanto episódico como de toda la temporada es señal de una mente brillante detrás de esto.
Y por si fuera poco el último capítulo, “The Lost” pone el broche de oro a esta espectacular temporada. Por fin la guerra final contra los Shadow Kin, por fin se resuelve el dilema moral de Charlie (Greg Austin) sobre si renunciar a la esperanza de que las almas de su pueblo puedan encontrar otra vida o matar a los que acabaron con varias especies. Se plantea aquí una pregunta interesante sobre la guerra y la violencia tras ver cómo el anterior Rey mata al padre de Ram (Fady Elsayed) y a la madre de Tanya, ¿qué se conseguirá acabando con las vidas de toda una raza que no para de matar? Ciertamente, lo que se conseguiría en este caso específico es que no sigan matando pero solo son conscientes de ello cuando toda la humanidad está en peligro y Charlie se decide a cometer, finalmente, ese genocidio llevándose consigo también a su amiga April (Sophie Hopkins)… O no. La pubertad es una época llena de cambios en todos los sentidos pero a April le va un paso más allá cuando toma el cuerpo de un Shadow Kin, creándonos un hype considerable por ver cómo se desarrolla esta trama en futuras temporadas.
En definitiva, ‘Class‘ no es más una historia de ciencia ficción que un relato sobre la juventud y la vida en general. A veces los monstruos y los fenómenos paranormales son el mejor medio para hablar de algo tan humano como los sentimientos. Está claro que Patrick Ness tiene un don para expresar con historias sentimientos que todos compartimos consiguiendo también crear ficciones de lo más entretenidas, con momentos hilarantes y referencias a la cultura pop con las que pasamos de la risa al llanto en cuestión de segundos. Ahora nos interesa saber vuestra opinión sobre esta primera temporada así que os instamos a que compartáis vuestras impresiones en la sección de comentarios a continuación. ¿Tenéis ganas de una segunda temporada? ¿Cuál ha sido vuestro personaje favorito? ¿Con quién os sentís más identificados? ¿Habéis echado de menos más presencia de ‘Doctor Who‘ o por el contrario habéis agradecido su ausencia?