Tras el regreso la pasada semana con Nick (Frank Dillane) como único protagonista, ‘Fear the Walking Dead’ vuelve esta semana mostrándonos también cual ha sido el paradero nada agraciado de Madison (Kim Dickens) y compañía, dicho sea de paso.
Si ya de por si esta familia tenía problemas cuando estaban juntos, ahora que están divididos la cosa no va a mejor. Por un lado tenemos a Nick, quien si bien ha demostrado tener una gran capacidad para sobrevivir por su cuenta, tampoco se queda corto a la hora de dejarse llevar por quienes va cruzándose por el camino. Y quien dice llevar dice manipular. Ya le vimos hacerlo antes del parón y ahora de nuevo, y si algo debería haber aprendido a estas alturas del apocalípsis es que no debe fiarse de nadie y, aún así, parece estar ya completamente integrado en la comunidad de Alejandro (Paul Calderon).
En esta trama del episodio hemos podido descubrir algo que cambia por completo lo ya conocido tanto en ‘Fear the Walking Dead’ como en ‘The Walking Dead’: ¿realmente puede alguien ser mordido y no convertirse? ¿La historia es real y existen personas inmunes a la infección, o Alejandro se ha convertido a sí mismo en un icono mágico para conseguir seguidores? Desde luego la historia acabará explicándose de alguna manera, pero la herida de la supuesta mordedura existe, y el testimonio de Luciana (Danay Garcia) también, si bien no sabemos si hubo más testigos o “supuestos” testigos. Este misterio se convierte por el momento en una de las cosas más interesantes a averiguar en ‘Fear the Walking Dead’.
Lejos de Nick está el resto de su familia, Madison y Alicia (Alycia Debnam-Carey) junto a Ofelia (Mercedes Mason) y Strand (Colman Domingo). Nos ha dolido tanto como a ellos ver que el Abigail no estaba donde lo dejaron, y es que ya le habíamos cogido cariño al barco, pero por desgracia su carta de seguridad se ha ido al garete y tienen que improvisar sobre la marcha. Pero, las cosas como son, la improvisación ha sido muy mala tirando a pésima. Edificios había cientos, miles, a su alrededor, y deciden entrar en el que más habitaciones y rincones tiene, en el que más posibilidad hay de encontrar infectados, y encima lo hacen con la única seguridad de haber mirado desde lejos si había movimiento en el interior o no. A veces una se pregunta como pueden haber sobrevivido tanto tiempo.
Sea como sea, dentro del hotel las cosas se complican como era de esperar. Madison, devastada por la pérdida de Nick, Travis (Cilff Curtis) y Chris (Lorenzo James Henrie) y no saber el paradero de ninguno de ellos, decide darse un descanso junto a Strand probando tequila mexicano en el peor momento posible en el que podían perder la compostura, justo antes de que la horda de zombies turistas decida entrar en acción y atacarles.
A la misma vez, Ofelia comienza a darse por vencida en el asunto de la supervivencia una vez se ha visto tanto sin su madre como sin su padre, pero por suerte Alicia estaba ahí para recordarle que no está sola. A pesar de todo, el paradero de Ofelia se convierte al final del capítulo en otro gran misterio ¿continúa en el hotel o se ha marchado por su cuenta? ¿Conseguirá llegar a tiempo antes de que Alicia se pueda llegar a ver sobrepasada por todos los zombies que ocupan el hotel?
Así pues la situación es bien diferente tanto para Nick como para el resto, pero ninguna de las dos nos invita a pensar que el periplo por la tierra vaya a ser ni mucho menos amigable. Y todavía no sabemos nada de Travis y el nuevo y joven psicópata Chris. ¿Conseguirán volver a juntarse y encontrar el Abigail?
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