Esta semana nuestra patrulla favorita de ‘El Ministerio del Tiempo‘ viaja a Trasmoz en 1864 siguiendo la sospecha de que Bécquer conoció a una mujer que viajaba por el tiempo. Un capítulo que es más un homenaje al romanticismo para hablar de algo tan actual como es el rechazo a lo diferente, a lo desconocido. ¿Comentamos este «Tiempo de hechizos«?

Cuando aparece una décima carta de Bécquer (Tamar Novas) hablando de una misteriosa mujer a la que se ve en tres retratos de tres épocas diferentes saltan las alarmas en el Ministerio ya que, aunque las gentes de la época la tachen de bruja todos sabemos que es más probable que haya encontrado una puerta del tiempo y viaje por ellas. El problema es que la mujer, ya acusada de brujería en su época, comienza a creerse que es bruja ya que aparecer en épocas diferentes a la tuya puede llegar a hacer estragos hasta en la mente más sana.
La patrulla formada por Amelia (Aura Garrido), Alonso (Nacho Fresneda) y Pacino (Hugo Silva) intentarán descubrir el misterio de la mujer y se encuentran con un pueblo muy supersticioso que sigue creyendo las leyendas de brujería del pasado. El reclamo de Gustavo Adolfo Bécquer era poco más que eso, un reclamo o MacGuffin que sirve para homenajear el romanticismo y narrar un relato de opresión y miedo a lo desconocido que tan vigente sigue en la actualidad. La gente del pueblo piensa que Mencía (Miriam Gallego) es la reencarnación de una vieja bruja y el miedo actúa más fuerte que la razón, lo cual unido a un nivel de incultura bastante alto y mucha incidencia religiosa resulta en un gran problema. La gota que colma el vaso es cuando la propia Mencía, también por miedo esta vez a la gente del pueblo, rapta a un recién nacido con la intención de protegerlo y acaba asesinada.
Mientras tanto en el Ministerio comienza el entrenamiento de la joven Lola (Macarena García) con muchos recelos por parte de Irene (Cayetana Guillén Cuervo), que no confía en la lealtad de la que en el futuro traicionó a sus compañeros. Sin embargo, de momento nada parece indicar que la chica se vaya a convertir en la traidora que ella conoce por lo que sería injusto y poco inteligente dejar escapar a un talento como el suyo sin darle la oportunidad a que no llegue a cometer los errores por los que la acusa por esas cosas de los viajes en el tiempo.
En definitiva este ha sido un episodio sin muchas consecuencias aparentes para el resto de la temporada pero que nos ha proporcionado una hora (o más) de auténtica intriga y disfrute porque pese a no ser historias con muchos giros no podemos dejar de agradecer la existencia de una serie como esta. Que en cada capítulo nos acerquen a una parte de la historia de España de una manera con un guion tan bien hecho, con una fotografía que, una vez más, es un deleite para la vista a la vez que nos da a conocer a un personaje importante de nuestra cultura, por irrelevante que sea para el episodio en concreto, es a lo que hay que esperar en una televisión pública.¿A vosotros qué os ha parecido este capítulo? ¿Creéis que la continua bajada de las audiencias se debe a una bajada paralela de la calidad de la serie o el horario de emisión juega en su contra? ¡Esperamos todas vuestras opiniones a continuación!