«Tiempo de Cambio» ha sido todo lo que un final de temporada podría ser; un buen guión, memorables actuaciones y una realización que deja el mejor sabor de boca posible. Conocer cómo sería el mundo si Felipe II hubiera utilizado el Ministerio para alcanzar su gloria eterna nos ha hecho darnos cuenta de lo necesaria que es esta serie para remover conciencias y reivindicar ciertos hechos que tienden a ser escondidos en la sociedad actual. A continuación vamos a comentar este último capítulo de la temporada sin dejar de pedir la #RenovaciónMdT .
#SayonaraMdT nos prometía uno de los capítulos más interesantes hasta la fecha y, por muy difícil que fuera superar ciertas obras de arte que son algunos capítulos anteriores, hay que reconocer que han conseguido volver a sorprendernos. No era la primera vez que alguien conseguía cambiar la Historia en su propio beneficio, de hecho hace pocos capítulos vimos como Lombardi (Roberto Drago) se convertía en descubridor de América, pero lo cierto es que ese cambio no afectaba al presente a tantos niveles como el que tiene lugar en este episodio.Esta vez es el Rey Felipe II (Carlos Hipólito) el que, tras enterarse de la derrota de la Grande y Felicísima Armada (que no Armada Invencible, ojo, que eso es cosa de los ingleses) decide hacer uso de las puertas del tiempo para corregir no solo ese pequeño detalle que convierte a Inglaterra en territorio español sino todos los demás hechos históricos que no sucedieran como a él le interesara. Mientras esto se cocinaba la patrulla de Amelia (Aura Garrido), Julián (Rodolfo Sancho) y Alonso (Nacho Fresneda) estaba entretenida salvando a Argüelles del ejército de Napoleón y salvaguardando así el futuro de la Constitución de 1812. Misión que no tiene demasiada relevancia cuando regresan al 2016 y se dan de bruces con una realidad alternativa completamente distópica en la que Felipe II sigue siendo Rey de España, o como él mismo se hace llamar, Rey del mundo y del tiempo.Al más puro estilo de ‘1984‘ «El Prudente» consigue tener el control de todas las épocas posteriores a la suya por lo que en la actualidad la Santa Inquisición sigue a la orden del día, las mujeres han avanzado todavía menos que en la realidad y el tiempo en televisión debe durar más que una serie española normal al tener que abarcar tantísimo territorio. Lo verdaderamente interesante y donde realmente los guionistas meten el dedo en la llaga es mostrando cómo a Julián y a Alonso no les horroriza esa realidad y en parte es entendible ya que el uno ha recuperado a su mujer y el otro… bueno, el otro ha llegado al futuro que se hubiera imaginado siempre. Toda esta trama nos hace recordar los primeros tiempos de la serie en los que Salvador (Jaime Blanch) afirmaba que nuestra historia no es la mejor, pero podría ser peor. Y qué razón tenía.Lo más descorazonador del episodio es, sin duda, ver cómo Amelia se tiene que enfrentar a esa situación sin el apoyo de sus compañeros que prefieren vivir en esta especie de Matrix atrofiado y cómo Julián le recrimina que ella quiere arreglarlo todo porque las cosas no le van tan bien como a ellos. Hombre, ni a ella ni al resto de mujeres del mundo. Ni a su propia mujer que estará viva pero despojada completamente de su personalidad, ni a Irene (Cayetana Guillén Cuervo) que tiene que rechazar sus verdaderos sentimientos para que no le manden a la hoguera, ni por supuesto a Amelia que, siendo la persona más inteligente de ese Ministerio está relegada a ser administrativa por el simple hecho de ser mujer. Los gustos van por barrios pero si Julián siempre ha tenido ese toque celoso y un tanto machista esta vez hemos podido comprobar que no era una percepción del todo equivocada. Por suerte tanto Alonso como Julián acceden a seguir el plan de Amelia, que es la que consigue convencer a Felipe II de que deshaga todo el enredo.‘El Ministerio del Tiempo‘ no se ha andado nunca con chiquitas y en el último capítulo de la temporada ha demostrado por qué es necesaria una serie como esta en la televisión española y por qué 21 capítulos no son, en absoluto suficientes. No solo se ha conseguido hacer una serie con la que la gente se interese de verdad por la Historia y la cultura española sino que también es capaz de hacer pensar hacia dónde va la sociedad y la importancia de todas las personas que han luchado por conseguir los derechos y libertades que disfrutamos ahora. Así pues comprobamos que es tan necesaria la acción del Ministerio en la Historia como que la propia serie esté en la parrilla de la televisión española y de la televisión pública en particular, que es donde mejor está. Ahora solo nos queda encomendarnos al dios de las renovaciones y utilizar mucho el HT #RenovaciónMdT en twitter, que no tenemos muy claro si sirve de algo pero un poquito de presión social no hace daño. ¿Y vosotros qué opináis? ¿Queréis que ‘El Ministerio del tiempo‘ tenga una tercera temporada? ¿Os ha gustado esta temporada más que la primera o al contrario? En esta hipotética tercera temporada, ¿os gustaría que volviera Pacino (Hugo Silva) y se fuera Julián, que conviviesen los dos o que solo Julián esté presente? ¿Pensáis que Alonso llevará a Elena (Susana Córdoba) al ministerio y le enseñará que en realidad no ha mentido en ningún momento? ¿Y qué hay de Lola (Natalia Millán)? Tantas cosas que cubrir y tanto temor por la continuación… Esperamos todas vuestras reacciones en los comentarios.
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