Abandonamos Skaro para adentrarnos esta semana en una base submarina donde suceden cosas sobrenaturales. ¿Por qué hay una nave espacial en el fondo del mar? Todo se complica cuando a la historia se le unen unos fantasmas terroríficos a los que el Doctor (Peter Capaldi) tendrá que investigar. Si echabais de menos los capítulos clásicos de ‘Doctor Who‘ en los que hay un misterio a resolver antes de que sea demasiado tarde estáis de enhorabuena porque “Under the lake” es lo que estabais esperando. A partir de ahora comentaremos con ‘spoilers‘, así que ten cuidado si no has visto el episodio.
Nos encontramos en una base submarina en cerca de Escocia en el siglo XXII. No conocemos al equipo que trabaja en ella pero pronto descubrimos una extraña nave aparentemente de origen alienígena con unas extrañas inscripciones cuando de repente uno de los miembros del equipo acaba calcinado tras salvar a una colega. La pena de la muerte del compañero se transforma rápidamente en un gran y genuino miedo al verlo convertido en un fantasma terrorífico que intenta matarles. Es entonces cuando la TARDIS se materializa en dicha base con un Doctor y una Clara (Jenna Coleman) ansiosos por vivir aventuras, vagando por la base como dos niños buscando pistas en su juego de detectives.
La trama del episodio es bastante clásica; el Doctor y Clara aparecen en un lugar donde se necesita su ayuda porque hay unos monstruos amenazando a todo el que se les cruza pero, obviamente, el Doctor quiere entender qué son y qué quieren antes que, simplemente, exterminarlos, cosa que le queda mejor a los Daleks. El equipo está compuesto por valerosos y humildes personas en su mayoría dispuestos a arriesgar su vida por proteger la base y descubrir qué pasa con esos fantasmas. Se convierten así en unos compañeros de viaje de lo más entretenidos a los que no cuesta nada tomarles cariño. Es interesante ver, de vez en cuando, cómo una persona normal reacciona ante las ocurrencias del Doctor, ya que nosotros estamos demasiado acostumbrados a sus excentricidades y a Clara se le está pegando el amor por el riesgo. Sin embargo, lo más tierno es ver cómo Clara conoce tan bien al Doctor que le ha hecho una serie de tarjetas para contestar cuando pierde el sentido de la humanidad.
Pero este conocimiento circula en una doble dirección y es que el Doctor puede que no sea demasiado experto en emociones humanas pero cuando se trata de Clara el Time Lord toca hueso. Esa pasión por ponerse en peligro no es propia de Clara, querer que pasen cosas malas para descubrirlas y solucionarlas no le pega a la Clara que todos conocemos y el Doctor da en el clavo cuando habla de relaciones. La chica no ha superado la muerte de Danny Pink (Samuel Anderson) y eso se nota, no importa que asegure que está bien porque su mirada y su actitud dicen algo bien distinto.
Como siempre en esta serie todo acaba teniendo un porqué y gracias al ingenio del Doctor y a sus nuevas gafas sónicas (ejem) descubrimos que las misteriosas inscripciones de la nave y lo que “dicen” los fantasmas son unas coordenadas donde se encuentra lo que se cree que es el piloto de la nave. En resumidas cuentas este episodio ha tenido un poco de todo lo que nos gusta a los whovians, misterio, un poco de humor, monstruos desconocidos y gente corriendo por todos lados. Así pues tendremos que esperar a la semana que viene para ver cómo el Doctor, al ir a resolver el problema al pasado ha acabado siendo otro fantasma. Lo más probable es que se trate del “grito” de auxilio de alguien, probablemente el piloto, para que vayan a buscarle, lo cual supondría otro de los grandes tópicos de Doctor Who: la criatura incomprendida que solo quiere volver con los suyos. O tal vez simplemente sean unos bichos malvados que quieren mandar al otro barrio a toda la tripulación pero eso no sería muy propia de ‘Doctor Who’ porque en esta serie nada es simple y siempre fomenta la esperanza en la bondad de los seres.
Que el capítulo no ha resultado tan intrigante como los dos anteriores no debería ser ninguna sorpresa. El episodio vuelve a “la normalidad”, dejando de lado a los archienemigos y mejores amigos (echando de menos a Missy (Michelle Gomez) ) y sumergiéndose (‘pun intended‘) en nuevas aventuras en las que salvar al mundo, que como bien le comenta Clara al Doctor, ya había ganas. En el capítulo siguiente veremos qué pasó cuando el Doctor regresó en el tiempo a antes de la inundación de la ciudad que ahora es submarina y cómo se llegó a convertir el Señor del Tiempo en un fantasma, ¿habrá sido a posta? ¿Estarán los fantasmas realmente muertos? ¿Qué os ha parecido el episodio en general? Os dejamos la promo a continuación para que podáis teorizar con mayor conocimiento de causa.