Esta semana ‘Doctor Who‘ continúa la historia del capítulo anterior y nos lleva al fin de la Tierra con unos aliens que necesitan consentimiento para conquistarnos mostrando más civilización que muchos seres humanos. La tensión de un apocalipsis siempre es bienvenida en esta serie pero el miedo a algo peor nos va a estar rondando la cabeza toda la semana. Vamos a hablar de ello claramente a continuación.
La temporada pasada vimos algo así como un ‘gameplay‘ de la Tierra en el que descubrimos que una raza extraterrestre había creado una simulación de toda la Historia del planeta para encontrar nuestro punto débil y llegar así a conquistarnos en la realidad. En este capítulo, «The Pyramid at the end of the world», el Doctor (Peter Capaldi) es convocado como presidente de la Tierra para lidiar con estos seres que han colocado una pirámide en medio de la zona más conflictiva del planeta al más puro estilo ‘Arrival‘.
Los aliens, a los que el Doctor se ha empeñado en llamar monjes, están en la Tierra para ofrecer un trato que nadie ha pedido y es que afirman que la Tierra está muy próxima a su fin y ellos pueden ayudarlos si una fuente de poder terrestre da su consentimiento para que sean ellos los que gobiernen el planeta. La cosa desde el principio pintaba muy fea y con las cabezas de las principales fuerzas militares tan juntas todos pensábamos en la guerra como la causa del fin del mundo. Sin embargo, en una decisión un tanto arriesgada, nos han mostrado paralelamente a toda la trama de tensión alrededor de la pirámide lo que parecería un día cualquiera de dos científicos en un laboratorio.
Desde que vemos que estos dos científicos trabajan en bioquímica los espectadores empezamos a unir las piezas del puzzle mientras el Doctor aún está muy lejos de ello. Esto es extraño ya que normalmente es el Doctor el que nos aclara lo que está pasando a los que vemos la serie pero en este caso somos nosotros los que casi gritamos a la pantalla para que empiecen a tomar medidas. La moraleja de toda esta amenaza apocalíptica está clara: No vayas de resaca a trabajar, sobre todo si trabajas con bacterias que podrían aniquilar todo rastro de vida en el planeta; a veces no está de más tomarse el día libre porque no pensar en cerrar la puerta del laboratorio como medida preventiva viendo lo que le ha pasado a las plantas es de ir muy mal. Nunca un error al poner una coma en una cifra costó tan caro, desde luego.
Finalmente con unos cuantos trucos de magia ‘made in‘ Doctor el Time Lord descubre el problema que desencadenará en la extinción de la vida y piensa un plan, a simple vista perfecto, para salvar la Tierra sin dejarla caer en manos de los monjes. Pero nada puede ser tan bonito sobre todo si el escritor del episodio es Steven Moffat porque al final el Doctor puede salvar el mundo sin ver absolutamente nada, pero no puede salvarse a sí mismo por no ver un triste código de bloqueo de la puerta. Ahora es cuando tenemos que hablar de Bill (Pearl Mackie), la nueva ‘companion‘ que tan bien nos estaba cayendo pero que rompe una de las reglas no escritas de los apocalipsis: no se vende un mundo por una sola persona, aunque esa persona sea el Doctor.
Dejando de lado que la solución más obvia para toda persona del siglo XXI era hacer una videollamada y que Bill guiase al Doctor para poner el código, la chica decide que no puede perder al Doctor y que es mejor poner en jaque a toda la humanidad. Es muy fácil hablar pero no tanto actuar y poniéndonos en la piel de Bill entendemos que ella haga todo lo que está en su mano para salvarle la vida a alguien a quien quiere tanto aunque habrá que afrontar las terribles consecuencias de sus actos. Por suerte el próximo capítulo seguirá esta trama y esperemos que el Doctor arregle todo este desaguisado sin renunciar a su recuperada vista, aunque realmente eso es lo de menos.
En ‘Doctor Who‘ todo puede pasar así que os invitamos a que vayáis haciendo vuestras quinielas. ¿Será el desmayo de Nardole (Matt Lucas) la clave para la resolución de todo el conflicto? Por los avances parece que los monjes reescribirán toda la Historia de la Tierra y se introducirán en la misma y tal vez Nardole al estar inconsciente en la TARDIS pueda despertarse ajeno a todos los cambios y sea el salvador de la libertad humana. ¿Creéis que Bill ha actuado bien o debería haber pensado con la cabeza en vez de con el corazón? ¿Qué habríais hecho vosotros? No os olvidéis de ver el avance del próximo episodio a continuación.