Esta temporada esta consiguiendo que, de una u otra forma, los espectadores nos emocionemos con cada capítulo como solo podemos hacerlo con ‘Cuéntame Cómo Pasó‘. Muchas cosas pasaron en este «El último ferry» y a continuación las vamos a comentar con detalle.
Esta semana algunos miembros de la familia Alcántara se encuentran luchando sus propias batallas en extremos opuestos del país ya que el viaje de autodescubrimiento/inspiración para una novela de Carlos (Ricardo Gómez) le lleva hasta Tarifa de camino hacia Marruecos mientras que Toni (Pablo Rivero) sigue su peligrosa investigación en el País Vasco en pleno auge del terrorismo. El resto de la familia continúa su vida en Madrid, donde la comida del sábado vuelve a llevar a gritos y peleas familiares y todos están pendientes del concierto en el que al día siguiente tocarán Rosa Chillón ante miles de personas.
En Madrid parece que la vieja amistad entre Miguel (Juan Echanove) y Olmedilla (Antonio Resines) sirve para aliviar la tensión que había entre este último y Antonio (Imanol Arias) y consiguen así arreglar la situación del préstamo para comprar la bodega. La de Olmedilla parece una incorporación bastante interesante a la serie ya que al ir a ver una película (en la que aparecía Imanol Arias de joven y nadie se asombró) nos dejan caer que el compañero de Miguel puede ser homosexual. Sin duda supondría una trama muy interesante y posiblemente se conecte con la trama del drama del SIDA en la época que ya ha empezado a atacar al círculo de los Alcántara por medio del novio de Marcelo (Nao Albet).
Con el tema del préstamo solucionado no sabemos qué clase de amnesia temporal sufre Antonio que vuelve a sacar el tema de la empresa familiar en la comida con Inés (Irene Visedo), y menos mal que solo estaba Inés porque de estar sus dos hermanos menores se vuelve a liar parda en la casa de San Genaro. Desde mi visión como espectadora considero que dejaron bien claro que no querían formar parte del negocio y que finalmente los chicos ayudaron a su padre a modo de favor y fruto del amor que sienten por él pero Antonio parece hacer oídos sordos y empeñarse en meterlos en la bodega. Resulta agotador incluso ver estas discusiones una y otra vez y además resulta extraño que siga en esa posición tras descubrir lo que su hijo Carlos había hecho por él y que había tenido que sufrir la regañina de su mejor amiga por él. Verdaderamente Merche (Ana Duato) se merece un monumento por aguantar a un cabezón semejante. El caso es que también empezamos a ver que Herminia (María Galiana) tiene un problema y podemos suponer que se trata del peligroso mundo de los juegos de azar que ya azotó en un momento dado a la familia y ahora la matriarca de la serie sufre en silencio aunque acaba saltando en otras ocasiones, sobre todo tras enterarse de que Inés finalmente se casará con José Ignacio (Jordi Rebellón).
Por otro lado, Toni decide ir al País Vasco a avisar personalmente a su amigo Mario (Mikel Losada) de que está en la lista negra de los GAL y por el camino sufre la hostilidad de un pueblo en el que no se fían de nadie que llegue con matrícula de Madrid aunque finalmente el chico mayor de los Alcántara consigue regresar sin mayores percances que un encuentro con unos malotes, uno de ellos interpretado por el director del capítulo Óscar Aibar por cierto.
El narrador de la serie, Carlos, sigue explorando el sur del país y encontrándose con interesantísimas historias a cada paso que da. En este caso se topa con la historia, un tanto confusa, de un hombre y una chica en la que no es fácil decidir quién es la parte «buena» y quién es la parte «mala» pero que acaba siendo una lección tanto para Carlos como para los espectadores en general. Nadie tiene una explicación de lo que es el amor, pero sin duda, ese hombre que se deja mangonear por una chica con la simple esperanza de que ella pueda ser feliz es una versión bastante triste y dolorosa de lo que son las relaciones humanas y de lo vulnerable que puede hacer a las personas que parecen más fuertes. Preciosas enseñanzas las que se lleva Carlos de Tarifa y que no puede evitar relacionar con sus sentimientos por Karina, que casualmente aparece en la tele cantando una canción preciosa y llena de sentimientos por lo que seguramente el chico había decidido volver a casa antes de encontrarse, también por casualidad, con Luis (Manuel Dios).Luis ya nos dio unos momentos del todo dramáticos la temporada pasada y es muy frustrante volver a verlo en el pozo de la droga después de todo lo que Carlos y los demás hicieron por él. El punto débil de Carlos son sus amigos y su familia y una vez más demuestra que es capaz de darlo todo por ellos una y otra vez así que podemos esperar verlo en Sagrillas ayudando a Luis a recuperar su vida ¿y tal vez a recuperar su relación amorosa con Karina? Sí por favor (petición personal).
En definitiva este capítulo ha resultado ser un apretujón a nuestro corazón que esta serie siempre tiene en la palma de sus manos. Porque los Alcántara son nuestra familia cada jueves, sus amigos son nuestros amigos y sus batallas son nuestras batallas. Tal vez nuestras decisiones difieran de las que tomaríamos nosotros, pero precisamente eso pasa hasta en las mejores familias. Se avecinan capítulos llenos de tensión con respecto a Toni y además seguiremos la recuperación de Merche que no sabemos cómo saldrá de los sucesos en los que puedan verse sus hijos en el futuro. Da gusto ver que una de las series más longevas y queridas del panorama audiovisual español sigue provocándonos la misma ternura, la misma risa y el mismo miedo que hace tantos años. ¿Qué os ha parecido a vosotros este episodio? ¿Cómo creéis que llevará Luis su estancia en Sagrillas? ¿Qué pasará con Carlos y Karina? ¿Saldrá la bodega finalmente adelante solo con Antonio? Para resolver estas incógnitas seguiremos pendientes de la ficción de TVE y mientras esperamos al próximo episodio os dejamos la preciosa actuación de Karina.