En el mejor capítulo hasta la fecha, ‘Crazy Ex-Girlfriend’  junta a Greg (Santino Fontana) y Rebecca (Rachel Bloom) en una cita apta para veganos que no acaba del todo bien. Cada semana nuestra heroína es más vulnerable y nos encanta.

Es el momento de cambiar, y Rebecca decide que la mejor manera de hacerlo es pasándose al veganismo e intentando ser más saludable. ¿Cuántos de nosotros lo hemos intentado? ¿Cuántos cortes de pelo nos hemos hecho y cambios de dieta hemos sufrido para pasar página y convertirnos en mejores personas? El motivador y extrañamente profundo anuncio de mantequilla vuelve a ser el eje alrededor del cual la protagonista toma sus decisiones esta semana, recordándonos lo mal que está psicológicamente, echando a su “cita” de Tinder de casa tras presenciar las persuasivas palabras de una tostada, escritas por un hombre que ha dejado a su mujer por una prostituta. Rebecca necesita un cambio y no hay más West Covina, California donde refugiarse.

Todos sabemos que este tipo de cambios son como tiritas que se caen en la ducha, tapando las heridas durante un rato para que no manchen la ropa de sangre pero que no llegan a curarse. El cábala y la comida orgánica no soluciona traumas interiorizados, pero ayudan a crear una ilusión de salud. Escoger a Greg y decidir salir con él sí podría ser una buena solución a sus problemas, de alguna forma catalizados por la presencia omnipresente de Josh en el corazón de Becks. ¿Y qué mejor que una escapada a un Festival de Tacos? La cita es prácticamente perfecta, con sus problemas y soluciones y un baile semi-borrachos con la música de los mariachis de fondo. Es una forma adulta de pasar página, pero Rebecca no es una adulta aún, así que comerse un taco de coliflor (EWWWW) y liarse con el rubio del moño le parecen la mejor forma de acabar la noche. Auto sabotaje en toda regla, amigos. El diagnóstico psicológico es más que necesario, porque un ataque de ansiedad que concluye en un lío de una noche con un extraño NO es sano. Es gracioso para nosotros, sí, pero al fin y al cabo muy trágico.

Greg es un personaje medio desagradable y medio adorable, y le entendemos perfectamente cuando se sincera con Rebecca. Como en cualquier comedia romántica que se precie, deben de acabar juntos porque hacen muy buena pareja y en el fondo la relación podría hacerle a ella olvidarse de Josh (Vincent Rodriguez III) y a él ser un poco menos socialmente inepto. La primera canción juntos, en blanco y negro y regalándonos por fin la voz de Santino Fontana, es a la vez patética y realista. “Settle for me”, canta, deseando que Rebecca se baje de su nube de fantasía platónica y le de una oportunidad al pesimista camarero. Lo triste es que su personaje se ha estancado ahí, babeando secretamente y entre comentarios pasivo agresivos por Rebecca, sin mayor profundidad personal. “Settle” es una palabra triste, porque todos estamos en el ‘Team Greg’, ¿no? Queremos que se quiera a sí mismo, signifique eso que deje de ir detrás de nuestra prota o que se venda mejor. Nadie debería “settle” por el, sino desear estar con el. Y en el fondo Rebecca lo quiere, ¿no creéis? Se siente normal y adulta a su lado, pasándoselo genial, y aunque le de miedo y se vuelva loca es lo que desea. ¿Lo mejor? No se pasan la cita entera hablando de Josh, lo cual es un gran paso.

Después del capítulo de la semana pasada, donde superficialmente tocamos los ‘daddy issues’ de Rebecca, podemos justificar mucho de su personalidad en su situación familiar. Conocemos de pasada a su madre (Tova Feldshush) y ¡por fin le vemos la cara! ¡En una cita con el ginecólogo! Y cada semana Rebecca se convierte en una persona más compleja y más interesante. No quiere acercarse mucho a Greg de una forma adulta e íntima de la misma forma que no quiere que el rubio hippie le agregue a Facebook – si no llega a formar relaciones profundas con gente que le importa, nadie podrá hacerle daño. Es precioso y comprensible, doloroso, y sorprendentemente da para muy buena comedia.

Josh esta semana vuelve a estar presente de fondo, y cada capítulo nos muestra más facetas de su personalidad. No es tan perfecto como le imaginábamos a través de los ojos de Rebecca, está en paro y depende en cierta manera en su ex novia del campamento de verano para conseguir un trabajo, ¿quién hace eso? En cualquier caso es una subtrama perfectamente entretenida, no consiguiendo el trabajo a la primera porque la carta de motivación era demasiado pretenciosa – ¡Rebecca es muy inteligente pero no sabe nada de la vida! Muy bonito y gracioso y oye, al menos ahora Josh no se morirá de cáncer causado por radiación.

¿Qué os ha parecido lo nuevo de la Ex loca? ¿Seguís amando a Heather (Vella Lovell) la vecina tanto como yo? ¿Y la canción de “Sex with a Stranger”? “Please don’t be a murderer… Is that a gun? Oh thank God, it’s just your penis.” Puede que sea lo mejor que se ha escrito jamás. En vuestra próxima cita no os olvidéis, las dos opciones son o llevar tanta o no llevar nada para que… *sniff* huela tus feromonas. Como un león. ¡Comentemos!