Es impresionante como capítulo tras capítulo podemos seguir aprendiendo cosas sobre las prácticamente transparentes Ilana (Glazer) y Abbi (Jacobson), haciendo referencia a detalles que nos resultan familiares porque LO SON. Cada semana las protagonistas se convierten en personajes más reales, y aunque no hiciera falta, alabamos que así sea.
El capítulo de esta semana tiene momentos épicos, monumentales y trascendentales como una canción a lo ‘Sister Act’ y una visita al pasado de Abbi a modo de documental. Aunque el resto del capítulo se quedara algo flojo en comparación, sin embargo, cambian el ritmo para avanzar con las carreras de las protagonistas, algo que hasta ahora no nos había preocupado mucho.
Es una maravilla ver cómo el breve momento de la semana pasada con Abbi volviéndose violenta con un grupo de niños en un partido de baloncesto de repente aparece en nuestra mente para recordarnos que claaaaarooooo: es muy competitiva. Pero nunca lo habíamos podido ver de tan de cerca como hoy, y ha sido maravilloso y terrorífico a la vez. Abbi en mucha ocasiones se queda en segundo plano por las excentricidades de su mejor amiga, pero esta temporada estamos conociéndola de otra manera mucho más profunda. Ahora es una entrenadora en Soulstice (“There’s no ‘I’ in Soulstice!”), y obviamente es mucho mejor dar clase de aquaerobic a septuagenarios que limpiar wáteres, ¿no?
Ilana tampoco tiene un día perfecto, pero es porque la realidad ha llegado a ‘Broad City’ y la terapia de su jefe ha funcionado y… está despedida. Para ser honestos, la mayoría del tiempo se me olvida que tenía un trabajo (igual que a ella, seguro), pero si la tenían que despedir, al menos que fuera por algo 100% Ilana. O sea, ¿quién más podría hablar en televisión sobre Ebaum’s World? Llevo años sin pensar en esa página, e Ilana obviamente es un pozo sin fondo de información sobre cosas extrañas y tabú que deberían quedarse para siempre en el baúl del submundo internauta. Y por supuesto, la ponen a cargo de las redes sociales. Quizás sea la primera vez que averiguamos donde trabaja Ilana (corregidme si me equivoco), pero me sorprende que no le hayan puesto a cargo de algo de este estilo con anterioridad.
La belleza de este capítulo reside en que por fin el sentido del humor de Ilana deja de ser práctico y se convierte en excesivo – ¿quién lo diría? Ha sido siempre lo que más nos ha gustado de ella, que no sufriese las consecuencias de su extraña visión de la vida, pero de repente esta semana se ha pasado. Si Vanessa Williams dice que te has pasado y también canta cuando caga, la has liado. El problema de Ilana es que siempre ha sido poco profesional, y aunque es algo que nos encanta como audiencia llega en un momento difícil, cuando Abbi está poco a poco subiendo en su carrera profesional.
Ha sido un capítulo refrescante porque ha vuelto ha invertir los roles de las protagonistas, pero esta vez de una manera mucho más sutil. Ilana siempre ha parecido tenerlo todo muy claro y Abbi ha estado más desmotivada con su trabajo, pero ahora que la situación ha cambiado, ¿cómo avanzará la historia? ¿Os ha gustado el capítulo? ¿Os sorprende ALGO que esta no haya sido la primera vez que Ilana se pone ropa de perro?