¿Hay algo mejor que Ilana (Glazer) y Abbi (Jacobson)? Sorprendentemente, sí, y es una haciéndose pasar por la otra. Es lo mejor que hace la serie, separando a sus protagonistas durante la mayoría del capítulo sólo para demostrarnos lo unidas que están. En un episodio dedicado al miedo a los médicos y la crítica a los ‘millenials’ neoyorkinos, ‘Broad City’ vuelven a convertir una historia sencilla en algo maravilloso.

La sencillez de las tramas de esta semana sólo han ayudado a realzar la profundidad de la relación entre Abbi e Ilana, en esta ocasión centrándose en los supermercados de cooperativas. El concepto de estos lugares es muy curioso y está bastante expandido por EEUU, pero ¿existe algo así en España? Se intercambian productos por horas trabajadas, lo cual suena muy práctico y bohemio, el único problema es que a Ilana le queda sólo un día para cumplir su cupo de horas y ¡¡dios mío!! Tiene que ir al médico. Lo malo de estos sitios, llevados por mujeres veganas que aún con cincuenta años pueden dar de mamar, es que tienen reglas muy estrictas, como la de no poder dejar que otra persona cubra tus horas.

Es aquí donde Abbi se convierte en la estrella del capítulo. No sólo va a ayudar a su amiga sin dudar, sino que se va a hacer pasar por ella de una manera tan perfecta que nos recuerda la habilidad de transformación que tiene su personaje (¿os acordáis de la espectacular VAL?). Cómo se hace querer Abbi, y eso que la pobre siempre se lleva el trabajo más duro de las dos. Aún así es comprensible, porque ¿quién querría perder la verdura que te da las mejores cagaleras de tu vida? Obviamente nadie. A pesar de todo lo que se puede criticar a un establecimiento como este, al fin y al cabo las chicas de ‘Broad’ viven en ese mundo y lo propagan, así que ni siquiera hay espacio para malos rollos.

La transformación de Abbi a Ilana es instantánea, poniéndose la ropa que su amiga escogió esa mañana con mucho amor y muy basado en su estilo personal. ¿Eso qué quiere decir? Pues que el look está compuesto de un sujetador llamativo bajo un crop-top de tejido de red, leggings coloridos, riñonera y aros gigantes. Es decir, muy Ilana, muy poco Abbi. Pero una vez se ha rizado el pelo con una zanahoria y ha tenido una master class de lingüística Ilana-ense, es lo mejor que podría pasarle al capítulo. De hecho, ¿cómo es que no hemos visto con anterioridad? El capítulo no duda en poner a Abbi en una posición donde tendría que limpiar váteres, pero bajo la influencia de su interpretación de Ilana, consigue trabajar con el tío del ‘manbun’ . Concluye como el resultado de dos temporadas de coaching para llegar a este momento, sólo que Abbi aprueba con creces e Ilana no llega ni al cinco raspado. Abbi tacha todo lo necesario: twerking-pino contra la pared, invención de palabras y pronunciación desganada pero energética y un buen ‘vaping’ antes de entrar a trabajar. Lo más bonito del capítulo quizás sea lo bien que los guionistas conocen a los personajes, y lo mucho que las queremos por ser criaturas únicas.

La trama de Ilana es fascinante para su personaje también, sorprendiendo con el detalle de que su emergencia médica es una simple vacuna para la que necesita apoyo moral y un peluche. La valiente y extrovertida Ilana… ¿le tiene miedo a algo? No sólo es una delicia verla agobiada de camino al médico sino que tiene una escena espectacular que encapsula todo lo que es y en todo lo que cree. Tras escuchar la noticia de que Lincoln (Hannibal Buress) se ha liado con otra, Ilana sale del coche, tira una bici al suelo y se sube al coche… pero del alivio. No hay escena mejor orquestada para Ilana que esta, dejándonos la duda de por qué esta reaccionando de esta forma hasta el final: “We’re young, we’re poly, we’re bi…” ¿Quién fue la cuchara grande mientras os abrazabais? Esta pregunta suena amenazante pero a Ilana le PONE, y por eso necesita escucharlo. A la vez hemos visto a Ilana ser ella misma de la forma más dramática posible y se ha desarrollado la relación con Lincoln de manera muy natural.

Este ha sido un capítulo especial, adentrándonos en aspectos de los personajes de la serie en los que a veces no reflexionamos. Sólo ha hecho que nos enamoremos más de Abbi, Ilana y la relación de ésta última con Lincoln. ¿Y lo que nos hemos reído con “Don’t try to butter me up, I’m a vegan”? Delicia. ¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Sois fans de Phish? ¿Comprarías en un supermercado como este?