Ya ha comenzado la nueva apuesta de HBO, una mezcla entre ‘Pretty Little Liars’ y ‘Mujeres Desesperadas’ cargada de estrellas. Si todavía no habéis visto el primer episodio y queréis saber algo más para decidiros a hacerlo (o no) este es vuestro lugar. Vamos a hablar de ello, ¡con la menor cantidad de spoilers posible!

La serie se basa en una idea muy sencilla: alguien ha muerto, pero no sabemos quién. Y no ha muerto accidentalmente, sino que ha sido asesinado, pero tampoco sabemos por quién. Mientras todo el pueblo especula y cotillea sobre el asunto durante los interrogatorios de la policía, conocemos la historia que está detrás del asesinato.  Y es que parece que las madres de los niños de primero están implicadas de algún modo. Esta serie, como tantas otras, utiliza la técnica de un presente y un pasado que se van entrelazando y te hacen comprender así la historia completa.

Se trata de una mini-serie, por lo que únicamente tendremos 7 capítulos para descubrir el misterio. ¿Y quiénes son los protagonistas de esta historia? Porque hay muchos, y muy famosos.

La historia comienza cuando Jane (Shailene Woodley) llega a Monterrey con su hijo Ziggy (Iain Armitage), una ciudad repleta de mentiras y apariencias donde todo el mundo aparenta la vida perfecta y se critican unos a otros. Ella no parece encajar en ese mundo, y ella lo misma lo dice cuando expresa que no siente que su vida le pertenezca. Pero aún así se mete de lleno de la mano de Madeline (Reese Witherspoon), la Alison DiLaurentis (Sasha Pieterse) de esta serie.

Madeline es el prototipo de mujer y esposa perfecta, o al menos eso parece. Tiene una hija adolescente y rebelde -como no, siendo una serie americana-, Abigail (Kathryn Newton) y una niña pequeña, Chloe (Darby Camp), de la misma edad que Ziggy, que es una Madeline en versión miniatura. Está casada con Ed (Adam Scott), padre de Chloe pero no de Abigail. Su papel recuerda, ciertamente, a aquella «rubia muy legal» pero ya crecida y convertida en una mujer adulta que toma las riendas de su vida. 

Celeste (Nicole Kidman) es la mejor amiga de Madeleine. Está casada con Perry (Alexander Skarsgård), en lo que parece un matrimonio perfecto pero puede no serlo tanto. Tienen dos hijos gemelos de la edad de los otros niños, Max y Josh (Cameron y Nicholas Crovetti). Celeste tiene un aire muy dramático, siendo la que parece esconder más sobre su vida perfecta, lo que iremos descubriendo a lo largo de los capítulos. 

Renata (Laura Dern) encabeza la facción rival. Enemiga de Madeline y, por tanto, de todo el que se relacione con ella es la «villana» que le faltaba a esta serie. Su hija, Anabella (Ivy George), es compañera de clase de los niños de las demás madres. Volviendo a la referencia de ‘Pretty Little Liars’ anterior, ella seria la Jenna (Tammin Sursok) de estas mentirosas creciditas. Para mi, una de las candidatas a ser la persona asesinada. Durante este primer capítulo se inicia una guerra, y ya sabemos que no acabará bien.  

Bonnie (Zoë Kravitz) es la nueva esposa de Nathan (James Tupper), padre de Abigail. Ellos tienen otra hija, Skye (Chloe Coleman), que también va a la misma clase que los ya mencionados. Bonnie es todo lo contrario a las otras madres del pueblo, pudiendo describirla como bohemia y moderna, y por eso no encaja bien con el resto de madres. Es amiga de Abigail, lo que no gusta nada a Madeleine. Parece que va a ser la que tendrá menos protagonismo en el futuro de la serie, aunque pueden sorprendernos.

No es una serie magnifica, puesto que tiene sus fallos. No debes sentarte a verla esperando una obra maestra. Pero si te gusta el cotilleo en una ciudad, las broncas entre grupos enfrentados, las mentiras para aparentar una vida perfecta y el misterio de un buen asesinato sin duda es una serie que deberías considerar.

¿Por qué verla? Por su increíble reparto.

¿Por qué no verla? A veces se hace un poco lenta.

¡Ahora ya depende de vosotros! ¿Os vais a animar? Si ya lo habéis hecho, ¿os ha gustado? ¡Podéis comentarlo con nosotros!