En ‘Arrow‘ sabrán pelear contra criminales de una manera casi impecable, pero en lo que concierne a la paternidad… ninguno tiene ni la más mínima idea de cómo ser un buen padre.

 

¿Comentamos?

No es que sea nada nuevo pero los padres que hay en ‘Arrow‘ son un completo y absoluto desastre.

Malcolm Merlyn (John Barrowman) se llevó la corona hace ya mucho tiempo, dejando morir a su hijo y manipulando a su hija para que mate a una de sus amigas en su nombre sin ni siquiera ser consciente de que lo estaba haciendo. Eso es, cuánto menos, para hacérselo mirar. Pero si ahora le sumamos que se vuelva a repetir la historia, y deje morir a esa misma hija cuando tiene la oportunidad de salvarla… es ya… preocupante. Por no decir otras barbaridades.

Viendo el capítulo me he dado cuenta de la cantidad de traumas que tienen la mayoría de los personajes principales única y exclusivamente por el comportamiento de sus padres. Que Oliver Queen (Stephen Amell) no sonría en tres temporadas completas es perfectamente entendible, si lo único que le dio su padre en toda su vida fue un suicidio en su presencia, ¿quién no se volvería como Oliver tras eso? Una vida de excesos y de carencia de amor familiar al final pasan factura, y su tiempo le ha costado a Felicity Smoak (Emily Bett Rickards) derretir un poco esa fachada, de la cual ya estamos empezando a ver «algo» en esta temporada.

El problema llega cuando ahora eres tú el que tiene un hijo y no tienes ni idea de cómo ser un buen padre porque el ejemplo que tenías era bastante pobre. Y Oliver está exactamente en esa situación. A estas alturas ya debería saber que no se pueden ocultar secretos a nadie, le va a costar el disgusto que vimos en el crossover con ‘The Flash‘ con Felicity, y Malcolm tiene pensado usarlo todo en su contra, si él pierde una mano, Oliver pierde una vida. Nada iba a quedar impune, obviamente, pero parece que en esta serie nadie aprende de sus errores.

Al menos guardamos la esperanza de que Oliver haga un nuevo balance de su vida e incluya a su hijo en ella, si va a tener que protegerlo no puede seguir siendo un secreto con el que cargar él solo, ya sabemos que eso nunca, nunca, nunca funciona. Y menos contra las fuerzas oscuras y el sass de Damien Darhk (Neal McDonough).

Por otro lado, la propia Felicity ha tenido, también, su ración de bad parenting, Calculator aka El Segundo Peor Padre del Mundo (Tom Amandes) sigue siendo el tío que dejó en la calle a su mujer y a su hija y que piensa aprovecharse de todo lo que tienen, otra vez, para hacer exactamente lo mismo. Por suerte Felicity sí que sabe reaccionar y darse cuenta de la verdadera cara de las personas y se la devuelve con todas las letras. No nos vamos a engañar, hubiese sido interesante volver a ver a Noah Kuttler vs. Felicity Smoak en acción, pero está donde se merece.

Y el Tercer Premio al Peor Padre del Mundo va para… Ra’s Al Ghul (Matt Nable), por supuesto. Ha criado a una hija excepcional, pero Nyssa Al Ghul (Katrina Law) no es su padre, ni quiere seguir su ejemplo, ni acatar sus órdenes aún estando éste muerto, como es lógico. Nyssa Al Ghul ha decidido irse por libre, con algunas acciones un tanto cuestionables – EJEM dejar morir a su cuñada -, pero con mucha honra y con la cabeza bien alta. Por eso, quizá, sea uno de mis personajes favoritos dentro de esta serie (y esto es una opinión personal). La Hija del Diablo ha demostrado que no necesita a nadie para guiar su vida ni para darla en su nombre, ni a un hombre, ni a una mujer. Y esto poco lo vemos en TV. Es uno de los personajes más interesantes a la par que poco explotados y dado que la Liga está disuelta, esperemos que esto no signifique un adiós a lo Huntress (Jessica De Gouw) y sigamos viéndola de forma recurrente. Todavía tiene mucho que contar. ¿No os parece?

Además, queremos ver más de esa dinámica que tiene con Laurel (Katie Cassidy) y con su esposo, algo que no paraba de repetir, curiosamente. Y da igual que Oliver se vaya a casar con Felicity próximamente, todos queremos ver las Bodas de Oro gitanas que se gastan en Nanda Parbat entre esos dos, y el que diga que no miente.

¡Hasta la semana que viene! Esperamos vuestros comentarios sobre el capítulo más abajo 😉

 

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