A todos aquellos fans que mantenían la esperanza de que esta temporada de ‘American Horror Story’ remontase el vuelo tras el desastroso capítulo de la semana que viene… Pues tomad decepción. La serie se hunde, y con ella nuestras esperanzas. Si aún no habéis visto el último capítulo, no sigáis leyendo, esta entrada podría contener spoilers.

Tras la decisión de Alex (Chloë Sevigny) en el pasado capítulo, de dejarse convertir por la Condesa (Lady Gaga) al vampirismo molón, sólo para estar al lado de su hijo Holden (Lennon Henry), su trabajo como pediatra se le empieza a complicar e inevitablemente, acaba transformando a uno de sus pacientes. Sin embargo, este niño, más que alimentarse, decide crear un ejército de niños, cuyo futuro nos podemos ir imaginando.

Por su parte John (Wes Bentley) tras contarle a su superior su peculiar cena de muertos, es despedido. Además, al hotel llegan una pareja de sibaritas, contra los que Iris (Kathy Bates) se tomará su propia venganza.

La paciencia del espectador tiene un límite, y American Horror Story cruzó su límite en su cuarta temporada. A pesar de prometer y jurar que esta temporada volvería a la esencia de las dos primeras, que habría mucha sangre (que nadie dice que no) y que el horror volvería… Una semana más, seguimos esperando que todas esas promesas se cumplan.

 

Cuando el mismísimo Darren Criss te deleita con su presencia en una serie y, ni siquiera en ese capítulo, teniéndolo a él, le sabes sacar partido, es que hay algo que estás haciendo mal. A nivel personal, opino que los creadores se creen que por tener el reparto con los nombres más guays de la televisión americana bastará para tener una buena serie. Y, claramente, la cosa se les ha quedado demasiado grande

La pedorra de Lady Gaga sigue teniendo sus rigurosos minutos en pantalla, no vaya a ser que se enfade y lance una maldición pop a todo el mundo. Eso sí, que sus caras son siempre las mismas, y que parece un pájaro a por pipas, más que un vampiro, eso está claro.

La trama de este capítulo ha sido inexistente. Sí, a Alex se le va el asunto vampírico de las manos, y transforma a uno de sus pacientes que, a su vez, le debe parecer lo más hacer lo mismo pero con sus amigos. Ahora bien, tenemos unos 30 niños vampiros, ¿y qué viene ahora? ¿El internado-hotel Cortez? ¿Los adoptará la Condesa? A saber por dónde nos salen los guionistas, miedo me dan, lo que queda claro es que tenemos Gaga para rato…

Por otra parte, vuelvo a retomar la fugaz participación de Darren Criss como Justin, así como la sorpresa de ver a Jessica Lu como la «compañera» del personaje de Darren. Fugaces, así han sido. Iris, tras ser transformada por Donovan (Matt Bomer), le confiesa a Liz Taylor (Denis O’Hare) que se siente invisible, y el consejo de su amiga es que vaya a matar a alguien… ¿por qué no? ¿Vosotros no lo habéis probado nunca? Bueno, súper terapéutico, recomendado por todos los psicólogos. ¿Qué te sientes invisible? ¿Y que aún encima estás muerta? Pues ve, y mata a un par de personas, ya verás que alivio y que bienestar sentirás… ¿Para esto la participación de Darren? ¿NI TAN SIQUIERA LO DESNUDÁIS? Con la obsesión que tienen por los desnudos en esta serie, y no se han dignado ni a deleitarnos con la belleza de Darren Criss.

Quizás lo más interesante del capítulo, que manda narices que haya sido esto, es haber conocido el pasado sobre Liz Taylor. Todo ese rollo de que se sentía mujer, que llegó al Hotel Cortez, y que la maravillosa Condesa Gaga le ayudó a aceptar quién quería ser… Pues sí, está muy bien, pero tener que meternos quince minutos de una de las tramas más manidas en las series de Ryan Murphy… Chico, que ya nos conocemos de hace tiempo.

 

En resumen: aburrimiento. Y no hay más que comentar sobre esta temporada. Ahora bien, si esto son los primeros capítulos, ¿qué nos espera? ¿Un desierto de tramas? ¿A vosotros qué os ha parecido ¿Os ha gustado? ¡Animaros a comentar vuestras impresiones con nosotros!

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