No es que todo le salga mal a Jake (James Franco), pero el capítulo de esta semana de ‘11.22.63’ viene cargado de desgracias para él, tanto a nivel personal como en lo que a su misión de salvar a JFK se refiere.
Al (Chris Cooper) ya nos dijo, y lo hemos visto con nuestros propios ojos, que el pasado se defendía para evitar que se cambiase la historia. Por ahora no había ido más allá de una diarrea y unas arañas, pero en esta ocasión Jake y Bill (George MacKay) estaban tan cerca de averiguar quién disparó a Walker (Gregory North) que el pasado se ha defendido con uñas, dientes y todo lo que ha pillado.
Lo cierto es que de ninguna de las maneras este ha sido un capítulo tranquilo para Jake, no al menos hasta su final. Primero, Sadie (Sarah Gordon) rompe con él tras descubrir las cintas «porno» que tiene en el sótano. Después, Deke (Nick Searcy) le despide tras conocer la existencia de dichas cintas, y finalmente, cuando todo parece estar listo para ir hasta la casa de Walker y descubrir quién intentó asesinarle, Johnny (T.R. Knight) decide hacer acto de aparición, herir a Sadie y secuestrarla tanto a ella como a Jake con la intención, probablemente, de matar a ambos.
Así que, aunque ya no estén juntos, el sádico de Johnny (seguramente con la ayuda del dichoso y defensivo pasado) cree que es un buen momento para vengarse de ambos. No sabemos si por la relación que han tenido, o por los secretos que Sadie le ha contado a Jake, o porque está muy pero que muy loco, o las tres cosas a la vez, pero Johnny le hace un destrozo a Sadie en la cara que hoy en día podrían curar sin muchos problemas, pero que en los 60 va a dejarle a la pobre una cicatriz enorme.
Con Sadie herida, Jake acude allí y, después de mucho discutir y pelear, entre los dos consiguen matar a Johnny. A parte del trauma tanto para Sadie como para Jake, todo esto le impide ir a vigilar a Walker, dejando a Bill solo e indefenso ante cualquier cosa que pueda surgir.
Y efectivamente, mientras todo esto con Johnny, Sadie y Jake ocurría, Bill es engañado una vez más por el pasado, justo cuando la persona que atenta contra la vida de Walker está a punto de aparecer ante sus narices. Bill cree ver a su hermana y como es lógico no duda ni un instante en seguirla para darse cuenta al final de que no es ella. Buen truco, pasado. Para cuando se da cuenta de su error, Walker ya ha recibido el disparo y no hay constancia de que Lee (Daniel Webber) esté por allí. Ni él ni nadie sospechoso.
La buena noticia para Jake es que Sadie consigue sobrevivir a la cirugía y que, además, se toma muy bien (demasiado de hecho) la noticia de que viene del futuro. Ya tentado en ocasiones anteriores de contárselo, es cuando está a punto de perderla el momento en que decide decirle la verdad. Así pues podemos imaginar que en cuanto se recupere, Sadie podría echarle una mano tanto a él como a Bill, que buena falta les hace porque vaya dos desastres.
Perdida la oportunidad de saber si Lee fue quien disparó a Walker, ¿qué más pueden hacer para evitar el asesinato de JFK? ¿Esperarán hasta ese mismo día para investigar más y dar con el culpable? ¿Conseguirán realmente detenerle y cumplir así con el deseo de Al? ¡Cómo nos entretiene esta serie!