Sé que os dejamos en 1962, pero el tiempo pasa volando y ya estamos en el 63. Queda poco y menos, sobretodo a este ritmo, para el asesinato de  JFK y no podemos esperar a ver cómo Jake (James Franco) y Bill (George MacKay) lo evitan. ¿Comentamos el último episodio?

Empezamos con Oswald (Daniel Webber) armando un rifle a contrarreloj. Ya estamos en marzo de 1963, en estos momentos nos encontramos muy cerca del intento de asesinato de Walker (Gregory North) y todo apunta a que la CIA está utilizando a Lee para llevar esto a cabo. ¿Cuáles son los motivos?

Lo que hemos visto de Oswald no hace que le adoremos precisamente, pero parece bastante cortito de entendederas y muy fácil de manejar para Mohrenschildt (Jonny Coyne). Pero poco más descubrimos sobre estos dos y sus planes contra Walker.

Bill sigue atento a las cintas del sótano pero más aún a su vecina Marina (Lucy Fry), que no parece vivir un matrimonio muy feliz con Oswald y a quien Bill ha echado el ojo desde que la conoció. Pese a que Jake dejara muy claro que ellos no podían conocerles, la atracción que siente por ella es más fuerte y a cualquier excusa va a buscarla. Tampoco cualquiera, ya que se pelea con su marido y él es un caballero, pero todo apunta a una aventura y eso a alguien con el temperamento y los impulsos de Lee no le va a hacer ninguna gracia.

No hay nada mejor que Jake haciendo bromas sobre cosas que no han ocurrido todavía con gente que no tiene ni idea de su procedencia, sobretodo si estas vienen de El Padrino, pero el episodio ha girado en torno a su relación con Sadie (Sarah Gadon) y a la honestidad.

Es obvio que no puede ser sincero, pero se le debería haber ocurrido una tapadera mejor. Como que trabaja para el FBI de encubierto, lo que explicaría las grabaciones, los nombres falsos, etc. Pero claro, alguien tendría que estar del lado de Fredo en algún momento.

Sadie decide sincerarse y contar su horrible historia con su marido. Menos mal que se deshizo de él, la verdad, porque lo que cuenta…Aunque no queda muy claro qué es eso de la pinza ni nada, el hecho es que la violó y sus gustos raros sexuales son secundarios. Es interesante ver el punto de vista de Sadie, creyendo que es ella quien causa la vergüenza y es asquerosa.

Pero Jake viene del futuro, donde las cosas han avanzado mucho y algo así se lo toma de otra manera. Pese a todo, se ha acoplado muy fácil a los 60 y disimula bien que sabe más cosas de las que debería y que hay otras por los que en esa fecha no debería alarmarse. Así que opta por chantajear a Clayton (T. R. Knight) con desvelar sus gustos raros con las pinzas si sigue acosando a Sadie. Y funciona. Al menos por el momento. Este tipo da bastante mal rollo.

La felicidad no dura mucho y Sadie descubre lo que ha estado haciendo su novio con su hermanos en el sótano. Justo escucha las cintas sexuales entre miles de horas de grabación, y claro, ¿qué va a pensar? No sé cómo no salió huyendo porque menudo pervertido. Tendremos que esperar a la próxima semana para saber cómo arregla esto Jake, y esperemos que avance algo más la trama y veamos ya el intento de asesinato de Walker y descubramos por qué está la CIA metida en esto.

¿Qué os ha parecido el episodio? ¿Creéis que Bill se está metiendo en un terreno que no debe? ¿Cuál es vuestra teoría sobre Walker y Kennedy?